Después de abandonar los dormitorios masculinos después de hablar con Zero e ir hacia mi dormitorio y dormir hasta la mañana comenzé con mi trabajo como prefecto, pero bueno, las cosas eran así y no me podía quejar. Miré el reloj y observé la hora, 6:45, aun era temprano para que los alumnos estuviesen andando por los pasillos de la clase, pero como yo no era un alumno normal, no me afectaba esa condición de vida (?). Más bien, ojala yo pudiera estar durmiendo a pierna suelta como todas las personas que estaban roncando a esa hora de la mañana. Seguí andando por los pasillos normalmente mientras pensaba en las cosas que me tenían aturdida en ese momento: vampiros, cazadores, la academia, los estudios, Kaname-Sempai... Zero... todo aquello que me sacaba de los nervios.
Me paré delante de unos de los ventanales de los pasillos, los cuales estaban en total silencio, normal, todo el mundo estaba durmiendo. Observé el precioso paisaje que se veía y sonreí, pero lentamente llevé mi dedo indice hacia mis labios.-¿Por qué?-